¿Por Qué es Importante la Temperatura de Color en la Iluminación?
La temperatura de color no solo afecta la estética de un espacio, sino también su funcionalidad. Por ejemplo, en una cocina se necesita una luz que permita distinguir claramente los colores y texturas de los alimentos, mientras que en un dormitorio se busca un ambiente que facilite la relajación. Por esta razón, entender el rango Kelvin y su impacto es fundamental para tomar decisiones acertadas.
Cómo se mide la temperatura de color
Imagina cómo cambia el color de un metal al calentarse: empieza rojo, luego pasa a naranja, amarillo, blanco y finalmente azul. Este cambio es un buen ejemplo de cómo funcionan los grados Kelvin. Cuanto más alta es la temperatura, más fría (azulada) es la luz; cuanto más baja, más cálida (amarilla).
Elegir la iluminación LED adecuada para cada área de tu hogar no solo mejora la estética del espacio, sino que también optimiza su funcionalidad. Cada habitación tiene necesidades específicas según las actividades que se realizan en ella. A continuación, te ofrecemos recomendaciones detalladas para aprovechar al máximo cada tipo de iluminación:
1. Salón:
Recomendación: Luz cálida (alrededor de 2800K).
Por qué elegirla: El salón es el corazón del hogar, un espacio destinado a la relajación, la convivencia y el entretenimiento. La luz cálida genera una sensación de confort y calma, ideal para momentos familiares o reuniones con amigos.
Consejo adicional: Combine la iluminación cálida general con lámparas de pie o de mesa con luz regulable para ajustar el ambiente según la ocasión.
2. Dormitorio:
Recomendación: Luz cálida, con opción a luces regulables.
Por qué elegirla: El dormitorio es un santuario para el descanso. Las tonalidades cálidas preparan al cuerpo para el sueño al imitar la luz natural del atardecer, promoviendo la relajación.
Consejo adicional: Incorpora luces LED regulables o lámparas con tonos ámbar en las mesitas de noche para crear un ambiente íntimo y sereno.
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